El gravel es una opción cada vez más popular para aquellos que buscan combinar lo mejor de las bicicletas de carretera y de montaña en una sola máquina. Si estás pensando en comprar una bicicleta de gravel, no querrás perderte estos cuatro consejos clave que te ayudarán a tomar la decisión adecuada.
El cuadro es el corazón de cualquier bicicleta y, en el caso de las bicicletas de gravel, es fundamental seleccionar el material y el diseño adecuados para garantizar un rendimiento óptimo y una experiencia de conducción cómoda.
Los cuadros de gravel suelen estar fabricados en aluminio, acero, carbono o titanio. Cada material tiene sus ventajas y desventajas en términos de peso, rigidez, confort y precio.
Algunas características importantes a considerar en el diseño del cuadro incluyen la geometría, la compatibilidad con ruedas y neumáticos, y los soportes para accesorios como portabidones y portaequipajes.
La transmisión de una bicicleta de gravel puede variar en función de la relación de engranajes, el tipo de cambio y la cantidad de platos y piñones.
Para enfrentarte a una amplia variedad de terrenos, es fundamental elegir una relación de engranajes adecuada que te permita subir pendientes empinadas y mantener una buena velocidad en llano. Las bicicletas de gravel suelen tener relaciones de engranajes más bajas que las bicicletas de carretera para facilitar las subidas.
Existen dos tipos principales de cambio para bicicletas de gravel: mecánico y electrónico. Los cambios mecánicos son más asequibles y fáciles de mantener, mientras que los electrónicos ofrecen cambios más rápidos y precisos pero pueden ser más caros.
La cantidad de platos y piñones en la transmisión determina el rango de velocidades que puedes alcanzar. Un plato doble ofrece un rango más amplio, pero un plato único simplifica el sistema y reduce el peso.
Los frenos son esenciales para garantizar una conducción segura y controlada. Las bicicletas de gravel suelen equiparse con frenos de disco, que ofrecen una potencia de frenado superior y un rendimiento más consistente en condiciones húmedas o embarradas.
Son más asequibles y fáciles de mantener, pero pueden requerir ajustes más frecuentes que los frenos de disco hidráulicos.
Ofrecen una potencia de frenado más consistente y requieren menos ajustes, pero pueden ser más caros y difíciles de reparar en caso de avería.
Las ruedas y neumáticos adecuados son fundamentales para garantizar una conducción cómoda y eficiente en una bicicleta de gravel.
Existen dos tamaños principales de ruedas para bicicletas de gravel: 700c y 650b. Las ruedas 700c son más grandes y rápidas en terreno llano, mientras que las 650b son más pequeñas y ágiles en terrenos técnicos.
Los neumáticos de gravel varían en anchura, desde 30 mm hasta más de 50 mm. Neumáticos más anchos ofrecen mayor comodidad y tracción en terrenos difíciles, pero pueden ser más pesados y lentos en carretera. También es importante tener en cuenta el tipo de banda de rodadura, que puede variar desde lisas hasta tacos prominentes, dependiendo del terreno que planees abordar.
Al seguir estos cuatro consejos clave, estarás en el camino correcto que te llevará a comprar la bicicleta de gravel perfecta para tus necesidades y te permita disfrutar al máximo de tus aventuras en dos ruedas.
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