Atenas es la capital del mundo heleno y donde surgió toda la base filosófica del actual mundo occidental. Es una ciudad que una vez en la vida hay que visitar y conocer la grandeza de sus restos arqueológicos.
Es un templo consagrado a la protectora de Atenas, Atenea Pártenos, y uno de los principales templos dóricos octóstilos [1], algo poco frecuente, de mármol blanco del Pentélico y cubierto con tejas de mármol de Paros, que se conservan. Fue construido entre los años 447 a. C. y 432 a. C. en la Acrópolis de Atenas. Es el templo griego más conocido del mundo.
En el lugar existió, hacia el siglo xii a. C., una fortaleza micénica. Posteriormente se convirtió en lugar de culto con la construcción del viejo templo, también conocido como pre-Partenón o hecatompedón [2], el cual, sin estar acabado, en el 480 a. C. resultó dañado por el ejército de Jerjes I. Fue durante el incendio de Atenas ocurrido durante la segunda guerra médica, tras la derrota espartana en las Termópilas.
Contenido el avance persa en Salamina, Platea y Mícala, el cese de las hostilidades con Persia llega en el año 449 a. C. con la Paz de Calias, concluyendo medio siglo de guerra. Es este período, entre los años 480 y 430 a. C. fue cuando la democracia ateniense alcanza su cima, se forja una de las bases de la civilización europea y conoce las estrellas de una serie de ciudadanos carismáticos como la del político y militar Pericles.
Este, que es el monumento más antiguo de los ubicados en la acrópolis, levantado por orden de Pericles será obra de arquitectos como Ictino y Calícrates entre los años 447 a. C. y 438 a. C., bajo la supervisión de Fidias, que levantará la Atenea Pártenos crisoelefantina [3].
Levantado sobre tres gradas, las dimensiones aproximadas del edificio son de 69,5 metros de longitud, por 30,9 de anchura, con columnas que alcanzan los 10,93 metros de altura haciendo que el Partenon mida un total de 14 metros de altura. En cuanto al coste económico, algunos autores ofrecen una estimación total de 10 talentos por la realización del conjunto.
En el siglo vi d. C., el Partenón se convierte en una iglesia cristiana. Después de la conquista otomana, se convierte en una mezquita a inicios de la década de 1460, con su minarete.
El 26 de septiembre de 1687, un depósito de munición turco en el interior del edificio estalla por causa del bombardeo veneciano. La explosión resultante daña severamente el conjunto y sus esculturas.
Thomas Bruce, conde de Elgin, adquiere algunas de las esculturas sobrevivientes en el año 1806, con el visto bueno de los otomanos, aunque causando daños a otros elementos durante la extracción de las mismas. Estas esculturas, conocidas como los Mármoles de Elgin o los Mármoles del Partenón, se venden en el año 1816, al Museo Británico de Londres, donde están expuestos actualmente.
Junto con el resto del conjunto que conforma la acrópolis, el Partenón fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en el año 1987.
La construcción del monumento, realizada casi exclusivamente en mármol blanco procedente del monte Pentélico. El diseño del Partenón estuvo condicionado inicialmente para albergar la imagen de Atenea Pártenos por lo que estuvieron, en la mayoría de los casos, bajo las órdenes del arquitecto y gran escultor ateniense Fidias, miembro del llamado círculo de Pericles, y autor de la decoración escultórica, acabada hacia el año 432 a. C.
Es un octóstilo, el único de toda Grecia, con ocho columnas en las dos fachadas más cortas y 17 en las laterales. También es un períptero [4] con columnas por todo su perímetro.
Y, finalmente, también es un templo anfipróstilo con un pórtico en cada entrada, en los lados más cortos. Consta, además, de una doble cella con pronaos y opistodomo, pero con próstilo de seis columnas.
Respecto a las dimensiones del edificio, levantado sobre tres gradas, son de 69,5 metros de longitud, por 30,9 de anchura, con columnas que alcanzan los 10,4 metros de altura. El sekos [5], la zona cerrada y rodeada por el peristilo, tenía una anchura de 19 metros.
Estas dimensiones permitieron crear dos grandes salas: una al este, que albergaba una estatua de doce metros de altura, y otra al oeste, para alojar el tesoro de la liga de Delos. La ratio longitud-anchura y anchura-altura, en lo referente a dimensiones fundamentales, es de 9 a 4.
La altura colosal de la estatua de la titular del templo, de casi doce metros de altura incluyendo su pedestal de algo más de un metro, precisaba de una inmensa cella de más de 18 metros de anchura, dividida en tres naves mediante una doble columnata conformada por dos órdenes superpuestos de estilo dórico.
La nave central medía diez metros de anchura. Dentro de la cella del lado este, la columnata se dispuso en forma de U y estaba compuesta por nueve columnas con un entrepaño entre cada una de ellas, en los lados largos de la U. Tres columnas con dos entrepaños [6] formaban el lado corto.
En la zona oeste, al fondo del interior de la columnata de cuatro columnas, existía el basamento de la estatua, para el culto a Atenea Pártenos con un amplio estanque, poco profundo, que producía un efecto de brillo mediante el agua frente a esta.
El agua cumplía, además, la función de mantener la humedad del ambiente estable, lo que ayudaba a conservar el marfil de la estatua. Ambas cellas estaban cerradas por puertas de bronce.
La cella del este estaba dedicada a Atenea Polías la protectora de la ciudad, y la cella [7] del oeste estaba dedicada a Atenea Pártenos, de la cual todo el edificio acabará tomando el apelativo de Partenón.
El equilibrio y la armonía en las proporciones, el orden y la geometría eran valores constantes en el programa artístico de la sociedad clásica griega. Por ello, esta construcción es uno de los ejemplos más claros del saber en geometría por parte de los matemáticos y arquitectos griegos.
La búsqueda de la belleza ideal en el mundo griego, los había llevado al intento de corregir efectos ópticos que se provocan al contemplar los templos en su proximidad, o desde la lejanía, ya que, para el observador, cuanto menor es la distancia, percibe las columnas y las líneas verticales desvirtuadas, pues no se ven ni rectas ni paralelas.
Los arquitectos consiguieron, por tanto, que el efecto visual que mostrara el Partenón no permitiera apreciar tal antiestética deformación que se percibe al situarse en las proximidades de los grandes monumentos. La éntasis [8] corrige favorablemente esta sensación.
Obtuvieron un efecto visual más estético con acertadas alteraciones de la construcción: columnas con éntasis, un poco curvadas hacia el centro, no equidistantes, y algo más gruesas en las esquinas. Frontón levemente arqueado y estilóbato ligeramente convexo.
Ese estilóbato o escalón final sobre el que se asientan las columnas exteriores presenta un tenue curvatura, elevándose unos seis centímetros, en las fachadas frontales, y unos once centímetros en las zonas centrales de las laterales.
Finalmente, esta habilidad con la que las líneas del Partenón están calculadas para parecer rectas sin serlo. Es consecuencia de la aplicación pragmática de las enseñanzas del matemático más famoso de la época, Metón.
La decoración abarcaba frontones, 92 metopas y un friso continuo recorriendo las exteriormente paredes de la cella. Está la obra realizada por Fidias de la gran estatua votiva criselefantina [9] de Atenea Pártenos, situada como pieza central del templo. Medía once metros y medio de altura y para su elaboración se necesitaron entre 1.140 y 1.150 k de oro, además de marfil, bronce y piedras preciosas, así como diez años de trabajos.
La decoración escultórica del Partenón es una combinación única de las metopas esculpidas en altorrelieve extendiéndose por los cuatro lados externos del templo, los tímpanos rellenando los espacios triangulares de cada frontón y un friso esculpido en bajorrelieve abarcando el perímetro exterior de la cella.
En ellos se representan varias escenas de la mitología griega. Las diversas partes del templo estaban pintadas de colores vivos. El Partenón es, sin duda, el máximo exponente del orden dórico, como se puede apreciar en el diseño del friso o sus columnas.
Las metopas de cada fachada representaban distintas escenas: la gigantomaquia en el lado este, la amazonomaquia [10] en el oeste, la centauromaquia [11] en el sur, y escenas de la guerra de Troya en el norte.
Cada tímpano del templo tenía una escena mitológica. Al este, sobre la entrada principal del edificio, el nacimiento de Atenea, y al oeste, la lucha entre Atenea y Poseidón por el patrocinio de la ciudad de Atenas.
En el interior, el friso mostraba la representación de la procesión de las Panateneas, el festival religioso más importante de Atenas. La escena se desarrollaba a lo largo de los cuatro lados del edificio e incluye figuras de dioses, bestias y de unos trescientos sesenta seres humanos.
Rematando el frontón hay constancia de una acrotera central [12], no así de las laterales, que se ha podido reconstruir mediante fragmentos recuperados, y presentaba una estructura floral rematada en una palmeta.
Fue constituido el primer Comité de Conservación de los Monumentos de la Acrópolis en el año 1975 con el propósito de estudiar y llevar a cabo trabajos de restauración de gran envergadura que continúan hasta hoy en colaboración con el A´Eforato de Antigüedades Prehistóricas y Clásicas del Ministerio de Cultura.
Nikos Toganidis, arqueólogo y miembro del comité, en el 2001, relacionó las intervenciones realizadas hasta la fecha en el Partenón, un monumento con más de veinticinco siglos de vida, desde mediados del siglo xix hasta principios del siglo xxi.
La acrópolis era la ciudad alta y estaba presente en la mayoría de las ciudades griegas, con una doble función: defensiva y como sede de los principales lugares de culto. La de Atenas está situada sobre una cima, que se alza 156 metros sobre el nivel de mar. También es conocida como Cecropia en honor del legendario hombre-serpiente, Cécrope, el primer rey ateniense.
La entrada a la Acrópolis se realiza por una gran puerta llamada los Propileos. A su lado derecho y frontal se encuentra el Templo de Atenea Niké. Una gran estatua de bronce de Atenea, realizada por Fidias, se encontraba originariamente en el centro.
A la derecha de donde se erigía esta escultura se encuentra el Partenón o Templo de Atenea Pártenos (la Virgen). A la izquierda y al final de la Acrópolis está el Erecteión, con su célebre stoa [13] o tribuna sostenida por seis cariátides.
En la ladera sur de la Acrópolis se encuentran los restos de otros edificios, entre los que destaca un teatro al aire libre llamado Teatro de Dioniso, donde estrenaron sus obras Sófocles, Aristófanes y Esquilo.
La mayoría de los grandes templos fueron reconstruidos durante el gobierno de Pericles, en la edad dorada de Atenas.
De esta época, se han encontrado vestigios de un palacio que contaba con un mégaron o patio de audiencias y reuniones. No se sabe con certeza si existía ya en esta época un templo dedicado a Atenea.
El mégaron [14] nombre griego, pero de probable derivación semítica es el gran salón que se encontraba en los palacios de la civilización micénica en Grecia y Anatolia.
Acostumbraba a estar en un lado del patio central y delante del altar. Constaba de tres partes: el pórtico abierto con dos columnas in antis [15], un vestíbulo o antesala y la sala principal, también llamada naos.
Entre los años 1300-1200 a. C. se rodeó la acrópolis de un imponente muro que llegó a tener hasta seis metros de espesor. Por otra parte, una fuente que se halla en la ladera norte de la acrópolis pertenece también al periodo micénico, puesto que hallazgos de cerámica en el lugar muestran que se construyó hacia fines del siglo xiii a. C.
La Acrópolis tuvo una gran actividad constructora durante la segunda mitad del siglo vi a. C. El templo de Atenea Polias se amplió y se realizó una stoa con un frontón de mármol mostrando un relieve con figuras casi independientes de la lucha de los dioses contra los gigantes, o sea, la gigantomaquia.
Los persas saquearon y destruyeron, en el año 480 a. C., los edificios existentes en aquel momento en la Acrópolis, como relata Heródoto.
En las excavaciones arqueológicas del año 1886 se descubrieron en una fosa, realizada seguramente durante la invasión persa, catorce imágenes de korai [16] y kuroi arcaicos, entre los que destacan el Moscóforo barbudo y la Cabeza Rampin.
La primera representa un joven llevando sobre sus hombros un ternero recién nacido. Todas las esculturas de esta época presentan los ojos en forma de almendra y una sonrisa arcaica, que trata de expresar una plácida beatitud. Sus músculos están realizados con una gran elegancia.
Su datación es de principios del siglo vi a. C., es de mármol y tiene una altura de 163 cm y se encuentra en el Museo de la Acrópolis de Atenas. En cuanto a la Cabeza Rampin o Jinete Rampin, muestra la cabeza ligeramente girada que a la vez hace un desplazamiento con los hombros como era habitual en las estatuas ecuestres para su mejor visibilidad, el caballo se asemeja a los ejemplares de ese mismo periodo guardados en el Museo de la Acrópolis.
La guirnalda indica que se trataba de un jinete que había obtenido una victoria en alguno de los Juegos Panhelénicos. Se cree que fue realizada hacia el año 560 a. C.
Entre el año 479 y el 447 a. C. es muy probable que solo hubiera ruinas en la Acrópolis. Según algunas fuentes antiguas, antes de la batalla de Platea, los griegos habían jurado no reconstruir los edificios sagrados destruidos por los persas. Plutarco señala que en el año 450 a. C. Pericles convocó un congreso para proponer a los griegos la ruptura de este juramento. Sin embargo, algunos autores como Teopompo pusieron en duda la existencia del mencionado juramento.
Nos encontramos con el Partenón que ya lo he explicado anteriormente.
Su construcción se inició en el año 421 a. C., durante la tregua de la Paz de Nicias en la guerra del Peloponeso, reemplazando el antiguo templo arcaico de Atenea que había sido destruido por los persas durante las Guerras Médicas.
Está formado por un edificio central con planta irregular, adecuado al desnivel del terreno, que comprende dos partes sin comunicación entre ellas: al este es un santuario dedicado a Atenea de tipo hexástilo [17], con unas columnas de orden jónico; al oeste está formado por dos capillas con doble culto: una a Erecteo y Poseidón y la otra a Hefesto y Butes.
En el acceso a estas salas se encontraba la fuente de agua salada que supuestamente Poseidón hizo brotar con un golpe de su tridente durante la disputa con Atenea. Tiene una stoa en la parte norte, con columnas y en la parte sur es donde se encuentra la Tribuna de las Cariátides, con seis columnas con figura de mujer de 230 cm de altura, realizadas por Calímaco, un ayudante de Fidias.
Las que se pueden ver son copias de las cinco que se encuentran en el Museo de la Acrópolis y de una sexta que hay en el Museo Británico.
El Erecteión mostraba un friso que recorría los lados del edificio, formado por figuras de mármol montadas sobre lápidas de piedra calcárea negra de la ciudad de Eleusis. Se ha conservado una lápida de la segunda etapa de su construcción, donde se pueden leer los 130 nombres de los trabajadores y su paga, una dracma diario, que era la misma que la que recibía el arquitecto.
Eran la gran entrada a la Acrópolis de Atenas. Fueron construidos a partir del año 437 a. C. por el arquitecto Mnesicles en un terreno accidentado y sobre las ruinas de los propileos arcaicos, que fueron destruidos en el año 480 a. C. en el incendio ocasionado por los persas.
Las seis columnas de la entrada son dóricas, igual las de la fachada delantera como las seis de la parte posterior. Está construido con mármol pentélico, consta de un vestíbulo de 24 x 18 metros. En el interior, un muro con cinco puertas lo divide en dos partes; la occidental, más grande, tiene dos hileras de tres columnas jónicas que forman tres naves.
Es interesante la techumbre que se construyó con vigas de mármol de más de siete metros y armando los arquitrabes que sostenían estas vigas con una barra metálica.
En el ala norte estuvo situada la primera pinacoteca del mundo; entre las pinturas que se exponían destacaba la obra del pintor griego Polignoto del siglo v a. C., conocido por las descripciones de su obras hechas por Pausanias y por Plinio.
Al lado sur de los propileos se encuentra el templo de Atenea victoriosa o Niké Aptera la Victoria sin alas. La construcción encargada al arquitecto Calícrates data del año 421 al 410 a. C. Este monumento emplazado en la entrada de la Acrópolis quería simbolizar que, una vez sin alas, la diosa no se movería de Atenas.
El naos consta de una planta casi cuadrada de 418 cm x 3178 cm, con el pronaos de cuatro columnas y cuatro más en el opistodomos, todas de orden jónico.
El friso que recorre todo el templo tuvo una decoración alusiva a las Guerras Médicas, con los frontones dedicados a la diosa Atenea. En el parapeto del bastión se añadió en el año 410 a. C. una decoración con grandes relieves, donde se aprecia la escuela de Fidias. Por ejemplo, los pliegues de la ropa, que se adapta al cuerpo de las representaciones de las victorias, las cuales están representando con gestos cotidianos como desatándose una sandalia o subiendo a un carruaje.
El templo actual es una reconstrucción realizada en los años 1936 a 1940 por Nikolaos Balanos y Anastasios Orlandos, con el propósito de solucionar algunos problemas estructurales.
Construido en tiempos de Pericles hacia el año 421 a. C. cerca del Erecteión en el lado noroeste, en honor de Pándroso hija de Cécrope I. Fue el lugar donde Atenea, durante su lucha con Poseidón para conseguir el patronazgo de la ciudad de Atenas, hizo crecer un olivo cuando resultó vencedora. Se plantó el árbol actual, en recuerdo del mítico olivo en el año 1917.
Cerca de los propileos se encontraba el santuario de Artemisa Brauronia, construido el año 430 a. C. El origen del santuario es una leyenda según la cual los habitantes de Braurón habían matado a una osa, que era el animal sagrado de Artemisa, por lo que la diosa exigió que se le consagraran a su culto niñas de siete a once años que vivirían en el santuario a su servicio. Estas niñas recibían el nombre de osas.
El edificio tenía una planta trapezoidal con dos alas laterales y una stoa de unos 38 metros de longitud por siete de anchura.
Pausanias describe la presencia de varias estatuas que se encontraban en este santuario entre las que destacaban una imagen de Artemisa obra de Praxíteles y un caballo de bronce que representaba al caballo de Troya, en el que se representaban algunos de los guerreros escondidos asomándose desde dentro.
Se trataba de un edificio situado en la parte norte de la Acrópolis que era donde vivían las arréforas [18], unas muchachas que tejían el peplo que recibía Atenea en las Panateneas y además realizaban un ritual en el que llevaban en una procesión nocturna misteriosos objetos sagrados hasta un santuario de Afrodita y Eros que estaba situado en la ladera norte de la Acrópolis.
Fue Pericles el que mandó construir este santuario cerca de la Acrópolis para poder rendir culto a los misterios eleusinos. Se encargó de su edificación el arquitecto Corebos. La planta del santuario era cuadrada con diversas hileras de columnas y el techo se elevaba en forma de linterna. Han sido las excavaciones efectuadas las que han dado las pautas para reconocer los cimientos y la planta de todo el edificio.
Desde la segunda mitad del siglo v a. C., una de las más importantes creaciones arquitectónicas es el teatro y uno de los ejemplos más importantes de este tipo de edificios es el Teatro de Dioniso, construido durante el siglo iv a. C.
El teatro constaba de una parte trasera donde los actores se cambiaban de indumentaria. Los espectadores se colocaban cerca de un lugar descampado, lugar donde se acostumbraban a construir los teatros.
A finales del siglo v a. C. fueron sustituidas las primitivas plataformas de mármol por graderías de piedra. En la parte central de las primeras gradas había 67 asientos que fueron realizados posteriormente, en mármol decorado y estaban reservados para los sacerdotes y reyes.
En la ladera sur de la Acrópolis, por encima de la Stoa de Eumenes y el Teatro de Dioniso, se localiza un asclepeion, que data del 420 a. C. aproximadamente. A él acudían los médicos en busca de respuesta para saber curar enfermedades, además de clérigos, que iban a rezar, y enfermos.
En la ladera sur de la Acrópolis, en 320-319 a. C., se construyó, por orden de Nikias, un gran monumento en forma de templo dórico. Pero en el siglo iii fue desmantelado para utilizar sus materiales en la puerta Beulé y solo queda la base.
Al lado de este monumento se encuentra el pórtico o stoa de Eumenes, de 163 metros de longitud, que fue mandado construir por el rey Eumenes II de Pérgamo en el siglo ii a. C. Se realizó para que los espectadores que asistían a las representaciones del teatro de Dioniso pudieran resguardarse de las inclemencias del tiempo.
En la época romana diversos emperadores y personajes destacados reformaron o realizaron nuevas construcciones en la Acrópolis de Atenas.
A la izquierda de la escalinata, antes de los propileos, se encuentra la Torre de Agripa, de casi 14 m de altura y construida en mármol gris. En el año 178 a. C. se había colocado en ella una estatua de Eumenes II sobre una cuadriga de bronce. Posteriormente se colocó otra de Agripa, yerno del emperador Augusto.
También en época de Augusto, en el año 27 a. C., se edificó el Templo de Roma y Augusto cerca del Partenón. De planta circular, se encontraba rodeado de nueve columnas de mármol.
Durante el mandato de Claudio, en el año 52, se hizo una reforma de la rampa de acceso a la Acrópolis.
En la ladera meridional de la Acrópolis, el ciudadano Herodes Ático erigió un odeón en el siglo ii, en memoria de su esposa Apia Annia Regila.
En el siglo iii, por orden de Flavio Septimio, se construyó la actualmente llamada Puerta Beulé como primera entrada de la Acrópolis antes de los propileos. Consta de dos torres de 9 m de altura, una a cada lado de la puerta. Esta puerta fue descubierta por el arqueólogo francés Charles Ernest Beulé en el año 1852.
Algunos edificios cambiaron su función original, como el teatro de Dioniso, que pasó a ser escenario de competiciones de gladiadores.
Se construyó también bajo el mandato de Pericles y cerca del teatro de Dioniso.
Constaba de planta rectangular con doble hilera de columnas para la sustentación del techo y un propileo. Se utilizaba para las representaciones musicales, que empezaron en el año 446 a. C.
Es un edificio ubicado a unos 300 m al sur de la acrópolis. Es uno de los principales museos arqueológicos de Atenas y es también considerado como uno de los más importantes del mundo.
El antiguo museo se encontraba en el interior de la acrópolis pero debido a sus pequeñas dimensiones se propuso la construcción de un nuevo museo de mayor tamaño fuera de la acrópolis. Este nuevo museo fue reinaugurado el veinte de junio del año 2009.
Después de la retirada de los turcos de la acrópolis en el año 1833, los primeros descubrimientos arqueológicos se almacenaron en una cisterna, sita al oeste del Partenón.
Se publicó una Ley de Antigüedades y Documentos en el año 1834, que fue el primer soporte teórico para la creación del Museo de la Acrópolis al proponer la creación de un museo en la acrópolis que no perjudicara visualmente el sitio arqueológico. Posteriormente, entre los años 1865 y 1874, el arquitecto Panages Kalkos construyó el museo.
El museo fue ampliado en el año 1888 para albergar las obras descubiertas en las excavaciones de los años 1866-1889. Tras la II Guerra Mundial fue derribado parte del edificio inicial y luego, durante los años 1950, el edificio fue modernizado.
A partir del año 1975 se decidió la retirada de las piezas de decoración escultórica que todavía permanecían en los templos de la acrópolis, para preservarlas de la contaminación y estas quedaron conservadas en el museo.
Los frontones y el friso oeste del Partenón se retiraron respectivamente entre los años 1976 y 1993. Las cariátides [19] del Erecteion en el año 1978 y el friso del templo de Atenea Niké en el año 2002.
El nuevo edificio está situado al pie de la acrópolis, a unos 300 metros al sur del Partenón. Su área total es de unos 25 000 m², de los cuales 14 000 son para exposición. Ha sido realizado con materiales como hormigón blanco reforzado, acero laminado, vidrio y mármol. En el interior del edificio los pasillos de hormigón prefabricado presentan perforaciones que tienen una función acústica.
Se compone de tres plantas. Desde la planta baja se pueden observar los restos arqueológicos hallados en el solar donde ha sido construido el edificio a través de superficies acristaladas que permiten su ventilación. Estos restos se fechan cronológicamente entre los siglos IV y VII d. C. Desde la entrada, se asciende a la primera planta en una leve pendiente que recuerda la subida a la acrópolis.
La planta superior está descentrada con respecto al resto del edificio puesto que, destinada a albergar todos los elementos artísticos vinculados al Partenón, se ha diseñado de tal manera que esté directamente alineada con este templo.
Las piezas menores se exponen en vitrinas mientras las mayores están exentas sobre pedestales. La planta superior está acristalada, lo que permite un mayor aprovechamiento de la luz natural, así como poder observar directamente el Partenón desde este espacio. Para evitar que la luz pueda perjudicar las piezas, esta se regula mediante una doble cortina semitransparente que funciona con un sistema automático.
Además de la exposición de la colección permanente, el museo dispone de otros espacios tales como salas de exposiciones temporales, una sala de realidad virtual, una sala de lectura, un taller de arte, un restaurante con terraza exterior, cafetería, tiendas y otros elementos funcionales.
El método escogido para afrontar los riesgos sísmicos consiste en que se ha dividido el edificio en dos cuerpos que están situados sobre soportes independientes. El cuerpo inferior está sustentado por unos pilares que se haya sobre los restos arqueológicos, mientras el cuerpo superior no se apoya directamente sobre el cuerpo inferior, sino sobre unos soportes esféricos. En caso de terremoto, este cuerpo superior sería flexible y se desplazaría de manera independiente al resto del edificio.
Este museo contiene esculturas hechas de piedra y bronce, procedentes de excavaciones en la Acrópolis de Atenas en las que salieron a la luz muchos restos de decoración de edificios y estatuas votivas que enterraron los atenienses después de la destrucción persa de los años 480-79 a. C. y de piezas desmontadas de los antiguos templos.
Es un antiguo barrio del centro histórico de Atenas y se le considera la zona más atractiva y colorida de dicha ciudad. Se encuentra casi inmediatamente al pie oriental de la Acrópolis.
Su estructura deriva del período de ocupación otomana, en el cual fue destruida la urbanización de planta regular típicamente grecolatina y se sustituyó por una urbanización sin planificación, ajustada a los accidentes del relieve. Esto ha dado origen a un barrio de calles laberínticas, estrechas y en pendiente, que están llenas de tabernas y restaurantes.
Conocido como el Olimpeion. Aunque comenzado en el siglo vi a. C., no fue terminado hasta el reinado del emperador Adriano, en el siglo ii. En las épocas helenística y romana era el templo más grande de Grecia.
El templo se ubica a unos 500 metros al sureste de la Acrópolis y a unos 700 m al sur de la plaza Sintagma en el centro de la ciudad.
Sus cimientos fueron colocados en el sitio de un primer templo por el tirano Pisistrato en el año 515 a. C., pero el trabajo fue abandonado cuando su hijo, Hipias, fue derrocado en el año 510 a. C.
Durante los años de la democracia ateniense, el templo fue dejado incompleto, porque se pensó que atentaba contra la hybris [20] construir a tal escala. Aristóteles, en la Política, citó el templo como un ejemplo de cómo las tiranías atraían al pueblo a grandes obras de estado y lo dejaban sin tiempo, energía o medios para rebelarse.
El trabajo fue reanudado en 174 a. C., durante la dominación macedonia de Grecia, bajo el patrocinio del rey helenístico Antioco IV Epífanes, que contrató al arquitecto romano Cosucio para diseñar el templo más grande del mundo conocido. Cuando Antíoco murió en 164 a. C. el trabajo estaba retrasado otra vez.
Después de que las ciudades griegas cayeran bajo dominio romano en el año 86 a. C., el general Sila llevó dos columnas del templo inacabado a Roma, para adornar el templo de Júpiter Capitolino en la Colina Capitolina. Estas columnas influyeron en el desarrollo del estilo corintio en Roma.
En el siglo ii, el templo fue retomado por el emperador Adriano, un gran admirador de la cultura griega, quien finalmente lo llevó a su conclusión en 129.
El templo fue construido en mármol del monte Pentélico. Medía 96 metros de largo en sus lados mayores y 40 metros a lo ancho de sus caras oriental y occidental. Contaba de 104 columnas corintias, cada una de 17 metros de alto, de 2,6 metros de diámetro y un peso aproximado de 364 toneladas; de las cuales 48 estaban colocadas en filas triples bajo los frontones y 56 en filas dobles en los lados.
Solo 16 de estas columnas sobreviven hoy, 13 de ellas, en el lado este, en pie. De las tres restantes, en el lado oeste, una se derrumbó en 1852 y está todavía tendida donde cayó.
Adriano dedicó el templo a Zeus. También erigió una enorme estatua de marfil de Zeus en la cella del templo. Los frontones estaban adornados con muchas estatuas, pero también en todo el templo había estatuas y bustos de hombres famosos. Los atenienses, para mostrar su gratitud a Adriano, erigieron una estatua de él detrás del templo.
Desafortunadamente, ninguna de las esculturas que adornaban el templo, o de su interior, ha sobrevivido. No se sabe exactamente cuándo fue destruido el templo, pero se especula que, como otros grandes edificios en Atenas, probablemente fue destruido por un terremoto durante los años bizantinos y sus ruinas se utilizaron para construir otros edificios.
Era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la ciudad, su foco religioso y cultural, y el lugar donde se impartía justicia. Se trataba de un amplio espacio abierto, aproximadamente rectangular, flanqueado por una acumulación de edificios públicos.
Con el tiempo, el Ágora fue adquiriendo una mezcla de funciones:
Era el lugar donde los atenienses se reunían para discutir sus leyes y decidir el futuro político de su ciudad, el cual solía depositarse en manos de aquellos que mejor dominasen la oratoria, el arte de convencer.
La filosofía de Sócrates, o los diálogos platónicos le dieron a nuestra forma de pensar, unas bases imperecederas, nacidas en el seno de un grupo de amigos de la sabiduría que se oponía a aquella democracia del ágora, que dejaba el futuro de la ciudad en manos de sofisticados oradores y demagogos.
El ágora ateniense se convirtió en una zona residencial durante las ocupaciones romana y bizantina. Lo cual se vio indiscutiblemente en las nuevas formas implantadas en cuanto al arte de discutir.
El Ágora era un lugar sagrado, como testimonian numerosos santuarios. Allí se encontraban templos dedicados a los dioses olímpicos, a Hefestos, a Zeus y a Apolo.
En el Ágora estaban los tribunales donde se celebraban juicios y donde se condenó, entre otros, a Sócrates a pena de muerte por, según sus acusadores, corromper a los jóvenes e introducir dioses nuevos.
Su vitalidad era aumentada por la Vía Panatenaica , la calle principal de Atenas y que en ocasiones fue el escenario principal de la procesión que la cruzaba durante las fiestas de las Panateneas.
La zona del Ágora ha estado ocupada sin interrupción en todas las épocas de la historia de la ciudad.
Conocido como el Kallimármaro es un estadio de atletismo, que acogió la primera edición de los Juegos Olímpicos Modernos de Atenas del año 1896. Reconstruido a partir de los restos de un antiguo estadio griego. El Panathinaikó es el único estadio importante en el mundo construido enteramente de mármol blanco y uno de los estadios más antiguos del mundo.
En los tiempos antiguos, fue utilizado para alojar la parte atlética de los Juegos de la Panateneas, en honor de la diosa Atenea. Durante la época clásica, el estadio tenía asientos de madera.
Fue reconstruido en mármol, por el Arconte Licurgo, en el año 329 a. C. y fue ampliada y renovada por Herodes Ático, en el año 140 d. C., con una capacidad de 50 000 asientos.
El estadio fue renovado por segunda vez en el año 1895 para los Juegos Olímpicos del año 1896, con financiamiento proporcionado por la finalización del griego benefactor George Averoff.
[1] Que tiene ocho columnas. [2] Constituye el primer intento por edificar un santuario para Atenea Pártenos en el lugar donde se encuentra el actual Partenón. Ocupó su emplazamiento entre el año 570 y el año 490 a. C. Es un templo griego del período arcaico, construido en piedra caliza, y se erigió en la Acrópolis de Atenas. [3] Es un término técnico que designa a la escultura realizada o compuesta por oro y marfil. Este tipo de imagen de culto gozó de un gran prestigio en la Antigua Grecia. [4] Es el edificio que está rodeado por una fila de columnas alineadas en cada uno de sus lados, conformando una perístasis exterior. Esta composición arquitectónica fue muy usual en la arquitectura griega clásica. [5] Recinto o vano con recinto propio, en donde se colocaba la estatua del dios cuando ésta no estaba en una cella cubierta. [6] Parte de pared comprendida entre dos pilares, columnas o huecos. [7] Espacio interior, de forma rectangular, que constituía el núcleo de la construcción en los templos griegos y romanos, y comunicaba por uno de sus lados con el pronaos o pórtico. [8] La finalidad de la éntasis es conseguir una mejor sensación estética y visual, ya que confiere más armonía al fuste y da la impresión de mayor esbeltez a las columnas. [9] Es un término técnico que designa a la escultura realizada o compuesta por oro y marfil. Este tipo de imagen de culto gozó de un gran prestigio en la Antigua Grecia. [10] El combate de las amazonas, es un tema iconográfico frecuente en la antigüedad griega y romana, que se encuentra representado tanto en vasos cerámicos como bajorrelieves de monumentos o de sarcófagos. [11] Míticos enfrentamientos entre los indómitos centauros y los pueblos helenos, donde los seres quiméricos solían ser vencidos. [12] Pedestal que sirve de remate en los frontones, y sobre el cual suelen colocarse estatuas, macetones u otros adornos. [13] En la arquitectura griega, prolongado pórtico de larga y esbelta columnata, emplazado en el ágora o en otros espacios públicos de las polis para procurar a sus habitantes un espacio de vida social a resguardo del sol y de la lluvia. [14] Es una estancia cerrada, de planta rectangular, precedida de un vestíbulo y pórtico abierto a un patio que subraya su monumentalidad y enfatiza la fachada. [15] Identifica un pórtico con dos columnas a la entrada. El prototipo que responde a esta fórmula era un pequeño templo votivo de la Grecia clásica, sin más columnas que las ya citadas, que custodiaba las ofrendas destinadas a los dioses. [16] Es una tipología escultórica de la Época Arcaica de la Antigua Grecia, que consiste en una estatua femenina en posición de pie, cuya versión masculina del mismo tipo se designa kuros. [17] Solución arquitectónica de seis columnas alineadas, a veces por duplicado, una fila delante de otra en el frontispicio de los templos griegos y romanos. [18] Eran muchachas vírgenes de entre siete y once años que vivían en el Arreforión (Acrópolis de Atenas). En la festividad de las Arreforias, consagrada a la diosa Atenea Polias, llevaban sobre sus cabezas en unas cestas, lo que les daba la sacerdotisa de esta diosa. [19] Es una figura femenina esculpida, con función de columna o pilastra, con un entablamento que descansa sobre su cabeza. El más típico de los ejemplos es la Tribuna de las Cariátides en el Erecteion uno de los templos de la Acrópolis en Atenas. [20] Es un concepto griego que puede traducirse como desmesura del orgullo y la arrogancia. No hace referencia a un impulso irracional y desequilibrado, sino a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales.
© medio digital de información general editado por Página 7 Comunicación S.L. Madrid