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El trapecio es un músculo importante para el dolor de cuello, la postura y las funciones del hombro, además de para la estética de la espalda. Tiene tres partes que pueden ser entrenadas con mayor o menor estímulo en el gimnasio según los ejercicios que seleccionemos. En este artículo te proponemos algunos de los mejores ejercicios para estimular cada una de las tres partes del trapecio.
El conjunto de las tres partes del trapecio se encarga de movilizar nuestras escápulas y ayudar en el movimiento de nuestros hombros. Movimientos sutiles como elevar las escápulas, rotarlas, retraerlas o deprimirlas son llevadas a cabo por esta musculatura.
El hombro también se mueve gracias al trapecio. Cuando bajamos el brazo desde encima de la cabeza hasta la posición anatómica al lado de la cadera trabaja nuestro trapecio, en sinergia con la musculatura de la espalda. Es el gesto que realizamos cuando bajamos la maleta del avión, del tren o de una estantería elevada.
También cuando realizamos el gesto inverso al abrazo, es decir, desde la posición del abrazo llevamos nuestros hombros hacia atrás. Dicho de otro modo, es justo el movimiento contrario de dar un abrazo.
No podemos aislar totalmente unas fibras del trapecio de las otras, pero sí podemos enfatizar más en una u otra zona. Estos son los movimientos principales de cada zona de fibras del trapecio, a las que habría que sumar otras más interesantes a la hora de prevenir y tratar lesiones y dolores, especialmente de cuello y de hombro.
Esta parte del músculo se sitúa a lo largo de la nuca y por la parte superior de la espalda. La parte superior del trapecio se encarga principalmente de elevar los hombros. Es el movimiento que realizamos cuando nos preguntan por algo que no sabemos y nos encogemos de hombros.
Esta parte del trapecio se sitúa a lo largo de una línea imaginaria que va de hombro a hombro por la zona alta de la espalda, justo por debajo de las fibras superiores.
La función principal de la zona media del trapecio es la retracción escapular. Este movimiento es el que realizamos cuando sacamos pecho y queremos juntar los dos omóplatos, como si tuviésemos un lápiz en la mitad de la espalda y quisiéramos atraparlo entre las dos escápulas.
Las fibras inferiores del trapecio forman un triángulo que recorre gran parte de la espalda. Ayuda a deprimir las escápulas, es decir, a llevar las escápulas al bolsillo trasero de nuestros pantalones. Comparte muchos movimientos con las fibras medias, por lo que los ejercicios recomendados también son prácticamente los mismos.
Los encogimientos de hombros son el ejercicio principal para las fibras superiores del trapecio, pero pueden empeorar la postura y añadir compresión vasculonerviosa alrededor las articulaciones del hombro. Podemos hacerlo, pero existen otras opciones más recomendables.
Una opción preferible a la anterior es realizar encogimientos de hombro, pero con los brazos por encima de la cabeza. Eso evita esa compresión vascular y nerviosa que sí se da cuando nos encogemos de hombros con una carga por debajo de la cadera.
Nuestro trapecio está preparado para estabilizar, no para movilizar. Eso significa que podemos hacer caminatas llevando peso en las manos, o levantar cargas altas como el peso muerto. En ambos casos las fibras superiores del trapecio trabajarán como estabilizadoras, pero sin moverse.
Cuando bajamos la carga desde encima de la cabeza al suelo después de una cargada con barra o con mancuerna, el trapecio trabaja controlando y frenando dicha bajada. Es una excelente forma de entrenar el trapecio de forma excéntrica, es decir, frenando la carga al bajarla en lugar de lo contrario que hemos visto en los ejercicios anteriores.
Cuando haces un remo para trabajar tu dorsal puedes alargar más el movimiento si dejas caer tu brazo y "descuelgas el hombro". El movimiento desde ese descuelgue de hombro hasta volver a llevarlo a su lugar es la retracción escapular que hemos citado anteriormente, es decir, sacamos pecho.
Este ejercicio se puede introducir como parte de cualquier remo, o centrarnos en él simplemente sacando pecho e intentando juntar nuestras escápulas, para luego deshacerlo y cheparnos. Pasaremos así de sacar pecho a sacar chepa mediante esa retracción escapular.
Las letras en TRX reciben su nombre por la forma que se genera con nuestro tronco y nuestros brazos al realizarlo. Una letra "T" significa que nuestro tronco es la parte central de la letra, y los brazos en cruz forman el resto. Una letra "Y" resulta al hacer lo mismo, pero esta vez los brazos se sitúan de forma oblicua al torso. De igual forma podemos realizar la letra "I" y la letra "W".
Las letras también se pueden realizar con un banco inclinado, o uno plato con suficiente altura. De igual forma que en TRX, realizaremos la forma de las letras con nuestro tronco y los brazos, en este tumbándonos boca abajo en el banco para vencer la fuerza de la gravedad.
El remo a la cara en polea alta es eficaz para trabajar la parte trasera de los hombros, pero además si intentamos llevar las escápulas hacia abajo lo máximo que podamos, intervendrán también en gran medida las fibras inferiores del trapecio.
En Vitónica | Dolor muscular de cuello: cómo prevenirlo y qué ejercicios y estiramientos puedes hacer para aliviarlo
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